Se presenta como un gran patio público dominado por una escultura de piezas rojizas que ondulan sobre la plaza.
La estructura flota como un remolino luminoso, filtrando la luz y creando un espacio acogedor para actividades invernales: patinaje, mercados temporales, actividades.
El resultado es un nuevo hito urbano: cálido, vibrante y claramente reconocible en el paisaje de San Petersburgo.