Un volumen blanco y aterrazado se enrosca en rampas continuas que hacen del recorrido una experiencia verdaderamente universal.

En la cota superior, una gran cúpula liviana corona el conjunto, bañando de luz natural los espacios interiores. El edificio se abre con fachadas transparentes y aleros circulares que protegen plazas y miradores llenos de vegetación.

Señalética clara, circulaciones amplias, descansos frecuentes y conectividad en todos los niveles refuerzan la vocación inclusiva del proyecto.

Bajo la cúpula, salas polivalentes, bibliotecas y talleres conviven con patios ajardinados, convirtiendo al centro en un referente de cultura accesible, luminosa y abierta a toda la comunidad.